lunes, 9 de febrero de 2015

Imágenes de cristo jesús

"A él le preocupó que el deseo irrefrenable que le suscitaba la dimensión de sus glúteos le hiciera no saber controlarse y perder la sobriedad demasiado pronto, antes de que pudiera haber satisfecho todas las expectativas a las que una mujer tiene derecho..."

Cogieron el coche hacia la casa de ella. ’Esta es zona de hora azul. En Madrid tiene un limite de dos horas. Voy a meterlo en un aparcamiento subterraneo que hay aqui al lado’ dijo él.
Por fin se ha enterado este bobo de que va la cosa. Es que los hombres son tontos tontos hasta decir basta y nunca se enteran!, pensó por sus adentros. ’Si no te importa, dejame en el portal, subo y voy preparando el café’ dijo. Eso le daba a ella el margen femenino de Imágenes de cristo jesús imprescindible para pasar al baño...
http://imagenesjesucristo.com/
Aparcó. LLamó al portero automático. Subió en el ascensor. Por su cabeza, repasó en 7 plantas, todo el almuerzo que acababan de tener. Llamó al timbre. Tardó en abrirle. Pasó al salón. Hizo un par de comentarios de cumplido sobre lo agradable que era la casa. Le dió un beso largo, caliente, frente al contraluz de los visillos de la terraza. Y se sentaron a tomar el café.
Se sentaron a tomar café...
El proximo paso parecia complicado. Ella estaba dejando que él tomara la iniciativa. Él no tenía ganas de hacer el movimiento tipico de besarla en el sofá, y despues de un ligero ’precalentamiento’ levantarse, cogerla de la mano, y tirar de ella hasta el dormitorio. Todo eso, lo tipico, tenia un componente de voluntad racional, pero carecia de la magia de lo que se desenvuelve progresivamente por su propia dinamica.
’¿Tiene persianas el salón?’ preguntó. ’Si, el mando electrico está ahí a la derecha’. Se levantó. ’No te muevas’. Dió al mando, y las pesadas persianas se pusieron en movimiento produciendo la penumbra del salón.
Volvió hacia el sofá. De pié delante de ella, se agachó y la besó, ella sentada. La presión de sus labios hicieron que tuviera que echarse hacia atras. La mano de él, en su nuca, la ayudó a quedar tumbada

No hay comentarios:

Publicar un comentario